Es posible que haya oído que se pueden dar patas de pollo a los perros, pero ¿es cierto? Para llegar a una respuesta segura, es importante tener en cuenta varios aspectos, como las características nutricionales del alimento, los peligros de la carne y los huesos crudos para los perros y mucho más. ¡Siga leyendo para entenderlo mejor!

Conoce los beneficios de las patas de gallo para los perros

Dar patas de pollo a los perros se ha convertido en una práctica habitual entre algunos cuidadores porque, de hecho, este alimento es rico en vitaminas y minerales, como zinc, selenio, calcio y fósforo. Las patas de pollo son también una gran fuente de glucosamina, sulfato de condroitina y colágeno, directamente relacionados con el buen funcionamiento de las articulaciones y los cartílagos del animal.

Cuando están crudas, las espinas de la pata de gallo siguen contribuyendo a la salud bucal de los perros, ya que ayudan a limpiar los dientes del perro y a combatir el sarro canino. Sin embargo, muchos sostienen que no se puede dar pata de gallo cruda a los perros.

¿Se pueden dar patas de pollo crudas a un perro? Conozca los riesgos

Tanto la FDA (Food and Drug Administration) como la American Veterinary Medical Association contraindican la introducción de carnes crudas en la alimentación de los perros. Seguir esta recomendación es importante para evitar contaminaciones que pongan en peligro no sólo la salud de los animales, sino también la del guardián y la de toda la familia.

La carne de pollo cruda, en particular, puede contener bacterias nocivas como Salmonella, Listeria y Campylobacter, responsables de provocar graves intoxicaciones alimentarias. Por tanto, no hay forma de dar patas de pollo crudas a los perros de forma 100% segura.

Algunas personas afirman que la congelación de las patas de pollo para perros basta para eliminar los microorganismos patógenos, pero lamentablemente no es cierto. La única forma eficaz demostrada de eliminar estas bacterias de la carne de pollo es someter el alimento a temperaturas superiores a 65-70°C. Sin embargo, ofrecer patas de pollo cocidas a los perros también entraña algunos riesgos.

Cocinar patas de pollo para perros: ¿por qué no es recomendable?

Al cocinar las patas de pollo para perros, se eliminan las amenazas asociadas a la contaminación bacteriana. Sin embargo, surge otro problema: al cocinarlas, los huesos de las patas de pollo se vuelven quebradizos y frágiles, lo que significa que podrían romperse fácilmente y causar lesiones u obstrucciones en el sistema digestivo del perro.

Teniendo esto en cuenta, la mejor forma de dar patas de pollo a los perros es a través de snacks, triturando el alimento cocinado en una batidora. En caso de duda, habla con tu veterinario. El profesional puede darte consejos útiles sobre cómo hacer patas de pollo para perros e incluso sugerirte recetas poco habituales (como hacer colágeno con patas de pollo para perros, por ejemplo) ¡Merece la pena informarse!

Las golosinas industriales pueden ser una alternativa a las patas de pollo para perros

Los snacks comerciales pueden -y deben- tenerse en cuenta a la hora de diversificar la dieta de un perro. Para quienes quieran disfrutar de los beneficios del pollo, existen en el mercado varias golosinas con sabor a pollo, adecuadas para animales de todas las edades y tamaños.

Uno de ellos que goza de gran popularidad es el snack limpiador de dientes para perros, que no contiene colorantes ni aromatizantes artificiales y tiene la cantidad ideal de calorías para su uso diario. Además, ¡también ayuda a mantener al día la salud bucal de las mascotas!

También hay galletas para perros del mismo sabor, bajas en calorías, deliciosas y muy crujientes. Además, contienen calcio y otros nutrientes importantes, como omega 3 y 6, aminoácidos y una mezcla de antioxidantes, vitaminas y minerales. Pero recuerde: busque siempre golosinas para perros de marcas de confianza y, preferiblemente, sin colorantes artificiales.