¿Cómo saber si su gato tiene hambre? Es una pregunta frecuente, sobre todo porque la mayoría de los dueños tienden a dejar los botes de comida llenos, por lo que no hay tiempo para que el animal sienta hambre. Pero no siempre es así: el gato que pide comida intentará llamar la atención del dueño con maullidos fuertes y cortos, a veces incluso acompañados de un llanto.

El problema es que ver a un gato demasiado hambriento hace saltar de inmediato las alarmas, ya que no es habitual y puede estar relacionado con diversas enfermedades y trastornos. Si tienes un gato que come mucho y quieres saber qué puede significar, hemos separado 5 explicaciones detrás de este comportamiento. ¡compruébalo!

1) Un gato muy hambriento puede carecer de nutrientes

Existen distintos tipos de comida para gatos en el mercado de mascotas. Algunos son más nutritivos -y un poco más caros-, mientras que otros vienen con nutrientes más sencillos y son más baratos. La cuestión es que normalmente las versiones más baratas no cubren completamente las necesidades de las mascotas y no sacian tanto, por lo que el resultado puede ser un gato pidiendo comida todo el tiempo.

Lo ideal es optar siempre por un pienso más completo, equilibrado y con todos los nutrientes esenciales para la salud del animal, como los piensos premium y super premium. Aunque son un poco más caros, la relación coste-beneficio merece la pena.

2) Un gato muy hambriento es a veces un signo de diabetes

La diabetes mellitus puede hacer que los gatos coman mucho y sientan mucha hambre. Esto se debe a que el organismo es incapaz de absorber la glucosa (azúcar) y convertirla en energía. Como resultado, los gatos comen todo el tiempo en un intento de recuperar la energía que les falta. Además del aumento del apetito, otros indicios de diabetes en los gatos son el aumento de la micción, la sed excesiva y la pérdida de peso.Si observa estos síntomas, acuda al veterinario.

3) El hipertiroidismo puede estar relacionado con que el gato coma demasiado

Otra enfermedad que merece atención es el hipertiroidismo en gatos. Se trata de una enfermedad endocrina que afecta a la glándula tiroides y provoca una sobreproducción de hormonas, causando un desequilibrio en el organismo. Uno de los principales signos de hipertiroidismo es un gato muy hambriento, pero también es posible notar otros cambios como pérdida de peso, hiperactividad, sed excesiva, vómitos y vómitos.Lo mejor es buscar ayuda profesional para confirmar el diagnóstico de la enfermedad e iniciar el tratamiento adecuado.

4) El aburrimiento, la ansiedad y la depresión suelen provocar hambre en el gato

Los trastornos psicológicos también pueden afectar a tu mascota, y a veces el resultado es un gato que come demasiado. Las mudanzas, por ejemplo, pueden provocar estrés y ansiedad en el animal, y alterar su apetito. La depresión en los gatos es otro problema que puede hacer que los gatos se desquiten con la comida, así como el aburrimiento. Por eso, ¡vigila siempre el comportamiento de tu gato! Enriquecimiento ambientalcon estímulos mentales y físicos suelen ser grandes aliados para evitar que se produzcan estos problemas.

5) Otros problemas de salud hacen que el gato tenga mucha hambre

En ocasiones, los problemas intestinales -como en el caso de un gato con tiña- pueden dar lugar a un hambre exagerada e insaciable. Este cambio en el apetito puede explicarse de dos maneras: o bien la cantidad de gusanos presentes en el organismo de la mascota es bastante grande; o bien se trata de gusanos -como la ascáride- que bloquean la absorción de algunos nutrientes y acaban provocando que el gato tenga mucha hambre. Otros signos de un gato con tiña paraVómitos, diarrea, pérdida repentina de peso y un gato que arrastra el trasero por el suelo.

6) Si es un gato que pide comida incluso con el bote lleno, el problema está en el almacenamiento de las croquetas

El maullido excesivo no siempre es señal de un gato demasiado hambriento. De hecho, otra de las razones por las que los gatos piden comida aunque el comedero esté lleno es porque no quieren que la comida se quede en el cuenco. Como el sentido del olfato y del gusto de los felinos es muy sensible, cuando la comida se deja fuera durante demasiado tiempo puede acabar perdiendo sabor, crujido y olor. En otras palabras, se vuelve totalmente carente de interéspara la mascota.

El consejo es poner una cierta cantidad de comida para que el gato coma a horas preestablecidas, y luego guardar lo que sobre. De esta forma, el almacenamiento de la comida no comprometerá el sabor ni el olor de los granos, y el felino comerá lo que sobre en otro momento.