Aquí tienes algunos consejos para plantar césped para perros en casa.
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Algunos comportamientos caninos generan mucha curiosidad en sus dueños. Seguro que se ha preguntado por qué a su perro le gusta comer hierba, ¿verdad? Hay varias explicaciones. A un perro explorador, por ejemplo, le gusta conocer nuevas texturas y lo hace con la boca; incluso disfruta con el sabor. Por otro lado, puede que el cachorro se coma la hierba para aliviar alguna molestia en el estómago,El consumo está más que liberado y puede aportar muchos beneficios a la vida diaria del perrito, y para hacerlo de forma aún más segura (ya que no tenemos control de las plantas en la calle) nuestro consejo es plantar la hierba para perros en casa ¡Es súper fácil! Mira los consejos que nos ha dado la empresa. Patas en casa ¡Separados!
La hierba para perros fomenta la diversión y es buena para la salud
El enriquecimiento ambiental es fundamental en la rutina de los animales domésticos: evita el aburrimiento, gasta energía y hasta previene la ansiedad. Por eso, todo guardián debe pensar en algunas alternativas para mejorar la calidad de vida de perros y gatos en la casa. Juguetes, cajas y snacks son súper adecuados para poner en práctica el método, sobre todo si el animal pasa mucho tiempo en la casa.La hierba para perros puede ser una forma estupenda de enriquecer el entorno, ya que el cachorro puede explorar nuevos olores, texturas y sabores en la rutina, lo que supone un momento de diversión para él.
Por otro lado, la hierba para perros tiene muchos beneficios para la salud. Rica en fibra, ayuda a mejorar la digestión al estimular el funcionamiento del estómago y los intestinos. Por lo tanto, es bastante normal que el perro coma la hierba para acelerar el metabolismo y aliviar así algunas molestias abdominales. Además, otros escenarios en los que la planta puede ser útil son cuando el perro tiene gases, cólicos,heces secas y/o diarrea, así que ¿por qué no aprender a cultivar hierba para perros en casa?
1) Césped para perros: lo primero es elegir las semillas adecuadas
El primer paso para plantar hierba para perros en un piso o en casa es prestar mucha atención a la hora de elegir el tipo de hierba. Puedes optar por las clásicas hierbas de trigo o maíz palomero, muy comunes en la rutina de los gatos, o plantar hierbas liberadas para perros. La lavanda, la albahaca, la melisa, el perejil y la menta son grandes opciones, e incluso tú, humano, puedes disfrutar del olorEstas especies se liberan y no provocan ningún tipo de intoxicación en tu perrito. Puedes encontrar las semillas en floristerías y agrotiendas.
2) Con una maceta mediana y un paquete de tierra para macetas, prepara el "terreno" para la plantación.
Además de las semillas, también necesitarás una maceta o un tiesto de tamaño medio y unos 2 kg de tierra para plantar el césped para perros. Con todo el material en la mano, ¡es hora de plantar! Llena el recipiente de tierra, dejando unos cinco dedos de espacio hasta arriba. A continuación, esparce las semillas por la tierra, acordándote siempre de dejar un pequeño espacio entre cada grano.Después, basta con cubrir las semillas con más tierra, sin sobrepasar el límite de dos dedos de espacio hasta la parte superior. También cabe mencionar que, para que esta parte superior de la tierra sea aún más esponjosa, una técnica consiste en tamizarla antes de cubrir las semillas.
Ver también: Pata de pollo para perros: ¿se libera o no en la dieta canina?3) No olvides regar el césped del perro todos los días y ten paciencia
Una vez bien plantada, la hierba para perros debe regarse todos los días. Lo ideal es hacerlo por la mañana o al final de la tarde. Además, es importante dejar la maceta en un lugar con buena iluminación y que tenga contacto con el sol durante algunas horas del día (pero no necesariamente todo el día). Después, sólo hay que tener paciencia y en pocos días ya es posible observar el crecimiento de la hierba para perros.Después de que tu amigo se lo haya comido o "destruido" todo, sólo tienes que rellenar el recipiente con más tierra y nuevas semillas.
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