El gato persa es una de las razas más populares entre los amantes de los gatos. Entre sus características físicas más llamativas destacan su cabeza grande y redonda, sus ojos grandes, sus patas cortas y su pelo largo. Con un hocico chato y orejas pequeñas, el gato es famoso por su aspecto encantador y su temperamento agradable. Aunque la mayoría de la gente ya está familiarizada con elSi nos fijamos en la raza, es muy posible que la personalidad amable y cariñosa del gato persa siga sorprendiendo a mucha gente. Por eso, ¡conozca un poco más cómo se comporta este gato!

Gato persa: ¡conozca cómo nació esta raza!

Antes de entrar de lleno en los principales rasgos de la personalidad del gato persa, conviene saber más sobre el origen de la raza. En el siglo XVII, un hombre llamado Pietro della Valle llevó un gato de Persia a Italia y lo introdujo en un programa de cría en cautividad. El gato, conocido hasta entonces como "gato del desierto", tenía un pelaje desgreñado, similar al de un gato.esponja de acero.

Aproximadamente trescientos años más tarde, Nicolas de Pereisc adquirió algunos gatos de pelo largo procedentes de Turquía. En el siglo XIX, los descendientes de estos gatos turcos se cruzaron con algunos gatos procedentes de Italia. Ya ve a dónde llevó esto, ¿verdad? De esta mezcla surgieron los primeros gatos persas.

El atigrado de cabeza plana se hizo aún más famoso cuando enamoró a la reina Victoria y a otros miembros de la familia real. A finales del siglo XIX, la raza se introdujo en Estados Unidos y, poco después, se popularizó.

Gato persa: el temperamento de este felino es muy afectuoso y tranquilo.

Basta pasar un poco de tiempo con un gato persa para darse cuenta de que el animal tiene una personalidad muy afectuosa. Extremadamente dócil y sensible, la mascota es una gran compañera y tiende a estar muy unida a la familia de sus guardianes.

Sin embargo, no cometas el error de confundir toda esta cercanía con dependencia. Aunque les gusta estar cerca de sus dueños, son capaces de sobrellevar muy bien la soledad. Su carácter tranquilo y sosegado hace que puedan estar a gusto solos, siempre que el periodo de tiempo no sea demasiado largo, claro.

El instinto salvaje del gato persa no es el más fuerte, por lo que puede considerarse una mascota más hogareña y tranquila. Puede apostar a que su gatito persa preferirá la comodidad del sofá a las aventuras de subirse a un mueble o a una estantería.

Por otro lado, no se sorprenda si su gato tiene una explosión de energía y empieza a correr por toda la casa. Cuando esto ocurra, aproveche el pico de ánimo y anime a su gato a hacer actividades físicas y ejercicio. Como nadie es perfecto, su gato puede ser un poco perezoso.

Gato persa y otros animales: ¿cómo convive la raza?

Cuando se trata de adoptar un animal de compañía, una de las mayores preocupaciones de quienes tienen la casa llena es cómo se llevará el recién llegado con el resto de la familia. Cuando se trata del gato persa, ¡esto no tiene por qué ser un problema! Esta raza se lleva muy bien con las personas, los niños e incluso con otros animales de compañía.

Este pequeño gato peludo es una gran elección para quienes viven en lugares pequeños, como pisos. Su temperamento tranquilo y silencioso, con maullidos bajos y puntuales, ¡es el sueño de cualquier vecino! Además, este gato tiene una buena capacidad para adaptarse muy fácilmente a diferentes entornos.