El collar isabelino para perros es un accesorio de seguridad que suelen recomendar los veterinarios después de alguna intervención quirúrgica o vendaje. Con él se conseguirá que el perro no lama ni muerda la zona del cuerpo que necesita cicatrizar. En el caso de una cirugía, por ejemplo, el accesorio evitará que la mascota toque los puntos de la intervención. Existen varios modelos de collar isabelino para perros, así comoPara saber más sobre el collar isabelino para perros, Patas da Casa ha preparado un artículo en el que se explican las funciones del accesorio.

Collar isabelino: el perro necesita el accesorio para evitar problemas

A pesar de que los veterinarios recomiendan el uso de un collar para perros, muchos propietarios aún tienen dudas sobre por qué es importante. La utilidad del collar isabelino radica en la seguridad del propio animal. Este artículo evita que los gérmenes de la saliva del animal se propaguen a cualquier zona herida o sin cicatrizar. El collar isabelino para perros impide que el cachorro se lleve la boca a cualquiera de las siguientes zonasGeneralmente, los veterinarios indican el uso de este artículo después de una intervención quirúrgica, durante tratamientos tópicos, para proteger un vendaje, infecciones cutáneas o fracturas en la mascota. A menudo, el collar es esencial en los cuidados después de una operación de castración del perro, por ejemplo.

Collar quirúrgico: el perro no se adaptó al accesorio, ¿y ahora qué?

Es normal que la mayoría de los perros se sientan incómodos llevando el collar isabelino, pero en algunos casos no queda más remedio: el accesorio es esencial en procesos de cicatrización de heridas y en cirugías. Un consejo para que el animal se estrese menos es no llegar por sorpresa colocándole el artículo en el cuello. Lo más recomendable es llegar despacio y sin hacer demasiado aspaviento para no asustarle.Darle una golosina u otra recompensa cuando se ponga el collar hará que lo asocie con algo positivo.

Cuando el perro ya lleva el collar isabelino, también es importante otra precaución: dejar espacio para que el perro se mueva y no tire todo lo que tenga delante. Por eso, hay que apartar los muebles y retirar las cosas rompibles o que puedan hacer daño al animal.

Pero, ¿qué hacer cuando, aun tomando todas las precauciones para reducir las molestias, el tutor se da cuenta de que el perro no se adapta? Algunos animales realmente no soportan bien el accesorio de seguridad, pero en algunos casos se puede sustituir por ropa quirúrgica para perros. El problema es que la ropa sólo protege el pecho, el vientre y la espalda del perro, es decir, si el tratamiento o la cicatrizestá en las patas, por ejemplo, no servirá de nada.

Existen algunos tipos de collares isabelinos con materiales más maleables, como la espuma, que pueden resultar más cómodos para que el perro se tumbe y se mueva. Sin embargo, este modelo es mucho más caro que el collar isabelino de plástico.