Al igual que ocurre con los perros, el cáncer en los gatos es una enfermedad peligrosa. Entre los distintos tipos que pueden afectar al organismo de los felinos, el cáncer de piel en gatos es uno de los más comunes. Como la enfermedad puede tener causas variadas y un tratamiento complicado en algunos casos, hablamos con las veterinarias Ana Paula Teixeira, que es oncóloga, y Luciana Teixeira, especialista en gatos.Ambos acuden al Hospital Veterinario Popular.

Cáncer de piel en gatos: ¿cómo identificar la enfermedad y sus causas?

Las pequeñas heridas que no cicatrizan son una señal de alerta de cáncer de piel en los gatos. "Si tras unos días de tratamiento no hay mejoría en los nódulos y llagas de la piel del gato, hay que investigar más a fondo", dice Luciana. La visita al veterinario es esencial para que el animal sea diagnosticado correctamente y comenzar el tratamiento. Ana Paula continúa: "Los tumores de piel en los gatos pueden ser muy comunes.Puede adoptar muchas formas, desde una pequeña llaga hasta una bolita blanda y suelta que parece grasa. Puede ser pedunculada o simplemente un enrojecimiento de la piel".

El cáncer de piel en los gatos no puede tratarse por sí solo, entre otras cosas porque las causas de la patología son variadas y cada una necesita terapias específicas: "pueden ser fúngicas, víricas, causadas por protozoos (leishmaniosis) o tumorales", explica Ana Paula.

Los distintos tipos de cáncer de piel en los gatos

Una vez confirmado el diagnóstico, el veterinario deberá especificar el tipo de tumor para indicar el mejor tratamiento. Según Ana Paula, el cáncer de piel en gatos puede ser de cuatro tipos diferentes:

• Carcinoma: Lesiones ulceradas que suelen iniciarse por la acción de los rayos solares. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero en los lugares más expuestos, como el contorno de los ojos, la boca, la nariz y la punta de las orejas, son más frecuentes;

• Mastocitoma: tumores que se desarrollan en los mastocitos, células diseminadas por todo el cuerpo del animal. Puede tratarse de una lesión ulcerada o de un nódulo subcutáneo blando;

• Melanoma: es uno de los tipos menos frecuentes de cáncer de piel en gatos y provoca un aumento de la pigmentación en la zona afectada; es bastante peligroso y debe diagnosticarse lo antes posible;

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• Fibrosarcoma o neurofibrosarcoma: son tumores musculares y nerviosos, respectivamente, muy frecuentes en la piel felina. Este tipo de sarcoma se presenta como una masa en el tejido subcutáneo y crece hasta causar una ulceración grave.